En las últimas décadas, el turismo se ha consolidado como una de las principales industrias a nivel mundial, generando empleo, desarrollo económico y conexiones culturales. Sin embargo, este crecimiento acelerado también ha dado lugar a un fenómeno cada vez más preocupante: el overtourism. Este término se refiere a la saturación de destinos turísticos que reciben más visitantes de los que su infraestructura, cultura o medio ambiente pueden soportar.
¿Qué es el overtourism?
El overtourism no se trata únicamente de “muchos turistas”. Implica un desequilibrio entre la capacidad de carga de un destino y la cantidad de personas que lo visitan. Cuando se sobrepasa este límite, surgen efectos negativos que impactan tanto a la comunidad local como a la experiencia del propio visitante. Ciudades como Venecia, Barcelona, Kioto o Machu Picchu son ejemplos emblemáticos de este fenómeno, donde la masificación amenaza la autenticidad del lugar y su sostenibilidad a largo plazo.
¿A quiénes afecta?
El overtourism afecta a varios actores de manera distinta:
• Comunidades locales: Los residentes suelen ser los más perjudicados. El aumento del costo de vida, la pérdida de viviendas debido al auge del alquiler turístico y la saturación de servicios básicos generan malestar. Muchos sienten que sus barrios dejan de ser habitables y se convierten en parques temáticos para turistas.
• Patrimonio cultural y natural: Los monumentos, museos, playas y ecosistemas sufren desgaste por el exceso de visitas. La erosión de caminos, la contaminación y la pérdida de biodiversidad son consecuencias frecuentes. Incluso, en algunos casos, se han tenido que cerrar temporalmente atractivos para permitir su recuperación.
• Visitantes: Paradójicamente, los propios turistas también se ven afectados. La masificación reduce la calidad de la experiencia, con largas filas, aglomeraciones y precios inflados. Lo que debería ser un viaje memorable se convierte en una vivencia estresante.
• Sector turístico y autoridades locales: Aunque inicialmente pueda parecer positivo recibir más visitantes, el overtourism deteriora la reputación del destino. A mediano y largo plazo, disminuye su atractivo y complica la gestión urbana, obligando a las autoridades a tomar medidas restrictivas y, en algunos casos, a replantear por completo su modelo turístico.
¿Por qué ocurre?
El overtourism es resultado de una combinación de factores. Entre ellos, el crecimiento de vuelos de bajo costo, la popularidad de plataformas de alojamiento turístico, la globalización del ocio y el poder de las redes sociales para viralizar destinos. La búsqueda de “la foto perfecta” en un lugar icónico atrae multitudes, sin considerar los límites de sostenibilidad.
Hacia un turismo responsable
La solución al overtourism no es prohibir el turismo, sino gestionarlo mejor. Algunas estrategias incluyen:
• Establecer límites de aforo en sitios sensibles.
• Diversificar la oferta turística hacia regiones menos conocidas.
• Promover temporadas bajas con incentivos y campañas.
• Educar a los viajeros sobre buenas prácticas de comportamiento responsable.
• Fomentar la colaboración entre comunidades locales, autoridades y empresarios.
El turismo es una herramienta poderosa de desarrollo, pero debe gestionarse con visión sostenible. Comprender y enfrentar el overtourism es esencial para garantizar que los destinos sigan siendo auténticos, habitables y atractivos tanto para residentes como para visitantes.